Las crisis de angustia se pueden presentar sin factor desencadenante y/o en circunstancias inadecuadas, si estas crisis se comienzan a hacer frecuentes y modifican la calidad de vida y el desempeño escolar, laboral, social etc. Es muy probable que se requiera de tratamiento con psicofármacos además de que casi siempre acompaña a otros trastornos del estado de ánimo como a la depresión y otros trastornos de ansiedad.

La sintomatología es tanto física como de pensamiento (cognitiva) y está caracterizada por 13 síntomas:

  • Sensación de que el corazón late muy rápido o muy fuerte.
  • Sudoración.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de falta de aire o suspiros.
  • Sensación de atragantamiento.
  • Sensación de opresión en el tórax.
  • Náusea o molestias abdominales.
  • El evento se siente como irreal o de estar separado de uno mismo.
  • Sensación de mareo o desmayo.
  • Miedo a volverse loco o perder el control
  • Miedo a morir
  • Sensación de entumecimiento u hormigueo en cara, brazos, piernas.
  • Escalofrío o sensación de frio y calor que recorren el cuerpo.

Estos síntomas aparecen rápidamente y la duración es, en promedio, de 15 minutos. Si la sintomatología se vuelve frecuente o al menos en una ocasión al mes es de importancia acudir a tratamiento y se llamara Trastorno de Angustia.