Usualmente se considera al consumo de drogas o sustancias ilegales como adicción; sin embargo el consumo de drogas requiere de aclarar conceptos:

Droga: es toda aquella sustancia natural o sintética que tiene efectos en el organismo; por lo tanto cualquier medicamento puede ser considerado como droga (penicilina, acido acetil-salicílico, suplementos alimenticios, bebidas rehidratantes, alimentos, etc.).

Por lo que en la actualidad se hace una diferenciación entre aquellas que generan cambios de la conducta como efecto anómalo y la necesidad de incrementar el consumo poco a poco ya sea al paso de días o incluso de años. Es aquí donde se utiliza el término sustancia para definir a todas aquellas drogas que pueden generar una dependencia física y psicológica, a estas pertenecen las llamadas drogas de abuso o que tienen la capacidad de generar dependencia y modificación de la conducta de forma inapropiada.

Las sustancias se clasifican de acuerdo a su efecto como:

  • Psicoestimulantes: cristal, cocaína, crack, piedra, anfetaminas, metanfetaminas (tachas), nicotina, cafeína. “Chochos pa´rriba”
  • Depresores: Inhalantes o solventes, activo, resistol, thiner (toluenos), heroína, GHB (GABA-hidroxi-butirato), alcohol, marihuana (cannabis, hachis). Benzodiacepinas (rohypnol, clonacepam, diazepam etc.)  “Chochos pa´bajo”
  • Alucinógenos: Hongos (psiloscibina), mezcalina, peyote, LSD (dietilamida del ácido lisérgico), PCP o polvo de angel (clorhidrato de fenciclidina).

El consumo de sustancias en una sola ocasión generalmente se describe como consumo experimental y desde ahí se pueden experimentar los efectos de la sustancia, incrementando el riesgo de dependencia de manera importante.

El consumo frecuente de unas sustancia de forma esporádica o sin que exista un patrón definido y frecuente de consumo (ejemplo: cada 3er dia, diario) se conoce como abuso de sustancias y aún no se generan las conductas necesarias para llamarlos dependencia, aunque ya se pueden ver algunos de ellos como son la tolerancia.

Para incluir en la categoría diagnostica de adicción, o dicho de forma correcta, dependencia a una sustancia; se deben de presentar todos los síntomas siguientes:

  • Craving (apetencia): Sensación de necesidad de tener que consumir la sustancia de forma inmediata (sensación imperiosa de consumo).
  • Búsqueda: El consumidor dedica cada vez más tiempo para conseguir la sustancia generando dificultades en casa, trabajo, escuela y relaciones interpersonales.
  • Tolerancia: Incremento en la cantidad de consumo de la sustancia para lograr los efectos deseados y generados por la misma.
  • Síndrome de abstinencia: Conjunto de efectos desagradables generados por el cese del consumo o la falta de la sustancia, principalmente psicológicos y físicos,  que van desde irritabilidad, insomnio, ansiedad, sensación de tristeza; hasta aumento de la presión arterial y frecuencia cardiaca, alucinaciones visuales, auditivas y/o táctiles, confusión, crisis convulsivas y, dependiendo de la sustancia, un elevado riesgo de morir.

El por qué las sustancias generan adicción, se debe a que existen una serie de vías neuronales que se encargan de la sensación de placer y el núcleo tegmental ventral que se encargan de la búsqueda, la «obsesión» por la sustancia y la sensación de euforia y desinhibición.

Es por esto que tanto el consumo experimental como la dependencia requieren tratamiento, además de que es necesario descartar algún otro trastorno psiquiátrico  (ansiedad, depresión, TDAH, etc.) para delinear la conducta terapéutica a seguir.

También es de importancia mencionar que el consumo de sustancias (dependencia, abuso o uso experimental) usualmente es una forma inadecuada de afrontar los problemas o de disminuir sensaciones desagradables de la vida diaria; y en algunos otros casos es solo saber qué se siente. Invariablemente se requiere de tratamiento.